El espacio gastronómico Deltaic dispone de un comedor polivalente multiuso para unos 30 comensales con un patio a la sombra de fantásticas moreras.
Con la sostenibilidad de hilo conductor, su cocina promueve la dieta mediterránea usando mayoritariamente productos ecológicos de las Terres de l’Ebre, y en menor medida productos locales artesanales, de producción propia o ecológicos de la máxima proximidad posible.

El restaurante forma parte del proyecto de ecoturismo Deltaic: disponen de alojamientos turísticos sostenibles, el espacio gastronómico, un huerto divulgativo de agricultura regenerativa y organizan talleres y colaboran con eventos culturales del territorio. También organizan experiencias gastronómicas para grupos y visitas a su huerto.
Disponen de un local interior y un espacio semi exterior polivalente con capacidad para 30 personas construido en madera y cristal por sí mismos y un patio con barra exterior a la sombra de 3 fantásticas moreras, con jardín comestible y aparcamiento para bicicletas. Cuidan mucho el diseño interior y arquitectónico y han utilizado materiales naturales y reutilizado buena parte del mobiliario.
El motor de la cocina es la sostenibilidad y la dieta mediterránea. El 80% de los productos que utilizan son ecológicos de las Terres de l’Ebre, una de las regiones europeas con mayor variedad de productos ecológicos. El 20% restante son productos de producción artesanal, de producción propia, o productos ecológicos de la mayor proximidad posible. En la carta podrás encontrar carne y pescado de lonja, pero sobre todo hortalizas, frutas, leguminosas, plantas culinarias, huevos y derivados lácteos que cocinan siempre procurando mantener al máximo sus propiedades.
Su compromiso con los productores locales ecológicos y/o artesanales es innegociable y tienen con ellos un contacto muy cercano. Esto permite reducir el impacto de su actividad e impulsar el desarrollo económico y social local.
Si decides visitar Deltaic, estarás contribuyendo a apoyar lo que denominan su ecosistema verde. No es mala idea, ¿no?